domingo, 3 de octubre de 2010

SALMO 84

Salmos 84 -

Anhelo por la casa de Dios

1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!


2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;


Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.


3 Aun el gorrión halla casa,


Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,


Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,


Rey mío, y Dios mío.


4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;


Perpetuamente te alabarán. Selah


5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,


En cuyo corazón están tus caminos.


6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,


Cuando la lluvia llena los estanques.


7 Irán de poder en poder;


Verán a Dios en Sion.


8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;


Escucha, oh Dios de Jacob. Selah


9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,


Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.


10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.


Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,


Que habitar en las moradas de maldad.


11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;


Gracia y gloria dará Jehová.


No quitará el bien a los que andan en integridad.


12 Jehová de los ejércitos,


Dichoso el hombre que en ti confía.


Bebiendo de Jesús (John Piper)