Jesús, el nombre sobre todo nombre. Gracias y loor a ti por tu infinita misericordia. Por tu amor sin medida. Por cargar con mis pecados y los de todos los humanos.
Gracias por vencer a la muerte. Por derrotar al diablo. Por amarme tanto que diste hasta la última gota de tu preciosa sangre por mi, cuando era yo quien tenía que ocupar tu lugar por ser una infame pecadora, un despojo humano que lucha diariamente para no caer en tentación.
Gracias mi Señor Jesús por ayudarme a llevar mis cargas, porque me aligeras el peso y porque sólo en tu dulce y amorosa compañia encuentro paz. Tu paz, no como el mundo la da.
Gracias Jesús, por estar disponible las 24 horas del día, porque escuchas mi clamor e inmediatamente me ofreces tu amor y consuelo infinitos.
Gracias Jesús, por darme tantas bendiciones en mi día a día. Una casa, unas hijas, una madre, un trabajo, la salud y sobretodo gracias por pensar en mi, por protegerme, por amarme, por ayudarme, por consolarme, por recordarme que vas a volver y por otorgarme la gracia de tu Salvación sin yo haberla merecido, sino porque tu quisiste salvarme por tu gracia.
Gracias Señor por todo lo que me das y lo que no me das, todo es para mi mejor bien.
A ti sea toda la Gloria y la honra ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
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