miércoles, 29 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
La Navidad en el matrimonio...
El nacimiento del hijo de Dios en la vida de los matrimonios los puede salvar!
Isaías 9:6 Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios fuerte”, “Padre eterno”, “Príncipe de paz”.
Cuando un Matrimonio decide hacer nacer a Jesucristo el Hijo de Dios como el centro de su relación, ese matrimonio se convierte en uno bendecido que van a disfrutarse mucho y van a tener una relación saludable.
Que significa hacer nacer a Jesucristo en nuestro Matrimonio? Significa hacer que sus instrucciones de vida se apliquen regularmente en el Matrimonio. Significa vivir con el amor, la humildad, el servicio y la entrega del Hijo de Dios como esencia de la relación. Cuando realmente hacemos nacer a Jesucristo en medio del matrimonio, aumenta la tolerancia y la capacidad de atenderse mutuamente sin egoísmo, con FE y con la esperanza de que cada día estarán mejor conforme crecen en su vida espiritual.
Cristo Jesús es nuestro máximo consejero, Admirable; y si somos obedientes a su palabra entonces el efecto de la obediencia producirá frutos de bendición, paz y prosperidad. Nadie puede darnos mejores consejos que el Hijo de Dios. Frecuentemente buscamos consejo en personas no capacitadas, en libros o revistas, en profesionales de la salud, pero pocas veces con el que verdaderamente sabe como fuimos diseñados y puede decirnos con certeza absoluta que es lo que más nos conviene en nuestro matrimonio.
Cuando un Matrimonio se sustenta en Cristo, cuenta con el Dios fuerte que nos ayudará a vencer toda clase de dificultades y a controlar nuestras emociones con la fuerza de su amor. El es el Dios fuerte que nos sostiene contra las asechanzas del enemigo y nos libra de todo mal. El es el Dios fuerte que nos cubre contra las huestes espirituales de maldad. En EL los matrimonios y las familias están seguros!
Cuando un Matrimonio esta en Cristo, cuenta con el apoyo y las bendiciones del Padre Eterno para que se mantenga sano y puedan disfrutar de todas las cosas buenas de la vida por encima de cualquier circunstancia que pueda venir.
Cuando un Matrimonio está en Cristo, la Paz estará con ellos, porque Cristo Jesus es el Príncipe de la Paz y donde se le recibe a ÉL se obtiene la paz. Un Matrimonio en Cristo es un Matrimonio en Paz!
Si ustedes no han hecho nacer a Jesucristo en su matrimonio, aprovechen esta navidad y tomen la decisión de entregar su vida y su matrimonio a Cristo. Simplemente pídanselo de todo corazón y tomen la decisión de conocer su palabra, aprender lo que EL enseña para los matrimonios y ponerlo en práctica en sus vidas. Entonces el Dios Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz, vendrá a sus corazones y bendecirá sus vidas de una manera extraordinaria para que puedan obtener un matrimonio saludable y una familia de bendición.
Tome la decisión de ser humilde y llenarse del Señor Jesus hoy mismo. Es la mejor decisión que puedes tomar.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
Luis y Hannia Fernandez.
www.libresparaamar.org
matrimonios@libresparaamar.org
No hay espacio para ti....
¿No te han dicho en más de una ocasión: «Lo siento, pero no tenemos espacio para usted»?
¿Y en materia de trabajo: «Lamentablemente no tengo una posición para usted en mi compañía»?
¿Y en los deportes: «No tienes cabida en el equipo»?
¿Y en las cosas del amor: «En mi corazón no hay espacio para ti»?
¿Y en materia de fanatismo: «No nos interesa alguien como usted aquí»?
Peor aún. Quizás hayas oído esto mismo en la iglesia: «Nos ha fallado muchas veces; es mejor que se busque otra iglesia».
Unas de las palabras más tristes sobre la tierra son: «No hay lugar para ti».
Jesús conocía el sonido de estas palabras. Todavía estaba en el vientre de María cuando el portero de la hospedería dijo: «No hay lugar para ustedes».
Cuando los residentes de su pueblo trataron de apedrearlo, ¿no le dijeron lo mismo? «No queremos profetas en este pueblo».
Cuando los líderes religiosos lo acusaron de blasfemia, ¿no lo evitaron también? «En este país no hay lugar para alguien que se autoproclama Mesías».
Y cuando lo colgaron de la cruz, ¿no fue el mensaje unánime de rechazo? «No hay lugar para ti en este mundo».
Aun hoy día Jesús recibe el mismo tratamiento. Va de corazón en corazón pidiendo que lo dejen entrar. Pero la mayoría de las veces tiene que escuchar las palabras del portero de la hospedería de Belén: «Esto está demasiado lleno. No hay espacio para ti».
Sin embargo, de vez en cuando es bienvenido. Alguien le abre la puerta de su corazón y lo invita a entrar. Y a esa persona Jesús le hace esta gran promesa: «No se turbe tu corazón. Cree en Dios, cree también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay».
Dice: «Tengo mucho espacio para ti». ¡Qué promesa más extraordinaria! Hacemos para Él espacio en nuestros corazones, y Él hace para nosotros espacio en su casa. Su casa tiene espacio de más.
Su casa tiene una segunda bendición:
Lucado, Max: Cuando Christo Venga. Nashville : Caribe-Betania Editores, 2001, S. 5
Que en esta navidad y cada día del año tengas espacio para Él en tu corazón, porque Él siempre tiene para ti.
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS, Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera. Mateo 11:28-30.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Habla de Cristo
Un año duro en el amor
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.enriquemonterroza.com - www.devocionaldiario.com - www.destellodesugloria.org
miércoles, 22 de diciembre de 2010
sábado, 18 de diciembre de 2010
DIOS LO SABE...
NECESITO ACEITE- DIJO EL ANCIANO ORADOR. Y PLANTO UN ESQUEJE DE OLIVO.
-SENOR- ROGO-. NECESITA LLUVIA PARA SUS TIERNAS RAICES. ENVIA CHUBASCOS SUAVES.
-SENOR- VOLVIO A ORAR EL ANCIANO-. MI ARBOL NECESITA SOL.
ENVIA SOL, TE LO RUEGO.
Y EL SOL DIO UN DESTELLO DE ORO A LAS GOTEANTES NUBES.
-AHORA, SENOR, ENVIA UNA HELADA PARA QUE LA ESCARCHA LE AFIRME LOS TEJIDOS- CLAMO EL ANCIANO. ENTONCES EL ARBOLITO BRILLO CON ESCARCHA. SIN EMBARGO, ESA NOCHE MURIO.
EL ORADOR FUE A LA HABITACION DE OTRO ORADOR DE SU CONGREGACION, Y LE CONTO SU EXTRANA EXPERIENCIA.
EL OTRO RELIGIOSO LE DIJO:
-YO TAMBIEN PLANTE UN ARBOLITO Y ESTA CRECIENDO BIEN; PERO ENCOMENDE MI ARBOL A DIOS.
EL SABE MAS QUE UN HOMBRE COMO YO, LO QUE NECESITA.
NO LE PUSE CONDICIONES. NO FIJE MODOS NI MEDIOS.
ORE: "DALE LO QUE NECESITE. TORMENTAS, SOL, VIENTO, LLUVIAS O HELADAS. TU, QUE CREASTE EL ARBOL, LO SABES."
(MATEO 6:31-33). HERMANOS BENDICIONES.
OREMOS POR LA PAZ DE JERUSALEM Y DEL MUNDO ENTERO.
Carta especial para ti...
CARTA ESPECIAL...
CARTA DE DIOS PARA TI…
HAY MUCHAS COSAS “ESCONDIDAS” EN LA BIBLIA, DE ELLA, SE OBTUVO ESTA RECOPILACIÓN DE CITAS QUE JUNTAS, SON UNA CARTA DIRIGIDA HACIA NOSOTROS, CON REMITENTE… DIOS.
CARTA DE AMOR DEL PADRE
MI HIJ@.....
PUEDE QUE TÚ NO ME CONOZCAS, PERO YO CONOZCO TODO SOBRE TI: SALMO 139:1.
YO SÉ CUANDO TE SIENTAS Y CUANDO TE LEVANTAS: SALMO 139:2.
TODOS TUS CAMINOS ME SON CONOCIDOS: SALMO 139:3.
AÚN TODOS LOS PELOS DE TU CABEZA ESTÁN CONTADOS: MATEO 10:29-31.
PORQUE TÚ HAS SIDO HECHO A MI IMAGEN: GÉNESIS 1:27.
EN MI TÚ VIVES, TE MUEVES Y ERES. HECHO 17:28.
PORQUE TÚ ERES MI DESCENDENCIA: HECHOS 17:28.
TE CONOCÍ AÚN ANTES DE QUE FUERAS CONCEBIDO: JEREMÍAS 1:4-5.
YO TE ESCOGÍ CUANDO PLANEÉ LA CREACIÓN: EFESIOS 1:11-12.
TÚ NO FUISTE UN ERROR, PORQUE TODOS TUS DÍAS ESTÁN ESCRITOS EN MI LIBRO. SALMO 139:15-16.
YO HE DETERMINADO EL TIEMPO EXACTO DE TU NACIMIENTO Y DÓNDE VIVIRÍAS: HECHOS 17:26.
TÚ HAS SIDO CREADO DE FORMA MARAVILLOSA: SALMO 139:14.
YO TE FORMÉ EN EL VIENTRE DE TU MADRE: SALMO 139:13.
YO TE SAQUÉ DEL VIENTRE DE TU MADRE EL DÍA EN QUE NACISTE: SALMO 71:6.
YO HE SIDO MAL REPRESENTADO POR AQUELLOS QUE NO ME CONOCEN: JUAN 8:41.44.
YO NO ESTOY ENOJADO NI DISTANTE, SOY LA MANIFESTACIÓN PERFECTA DEL AMOR: 1 JUAN 4:16.
Y ES MI DESEO GASTAR MI AMOR EN TI SIMPLEMENTE PORQUE TÚ ERES MI HIJO Y YO TU PADRE: 1 JUAN 3:1.
TE OFRESCO MUCHO MÁS QUE LO QUE TU PADRE TERRENAL PODRÍA DARTE: MATEO 7:11.
PORQUE YO SOY EL PADRE PERFECTO: MATEO 5:48.
CADA DÁDIVA QUE TÚ RECIBES VIENE DE MIS MANOS: SANTIAGO 1:17.
PORQUE YO SOY TU PROVEEDOR QUIEN SUPLE TUS NECESIDADES: MATEO 6:31-33.
EL PLAN QUE TENGO PARA TU FUTURO ESTÁ SIEMPRE LLENO DE ESPERANZA: JEREMÍAS 29:11.
PORQUE YO TE AMO CON AMOR ETERNO: JEREMÍAS 31:3.
MIS PENSAMIENTOS SOBRE TI SON INCONTABLES COMO LA ARENA EN LA ORILLA DEL MAR: SALMO 139:17-18.
ME REGOSIJO SOBRE TI CON CÁNTICOS: SOFONÍAS 3:17.
YO NUNCA PARARÉ DE HACERTE BIEN. JEREMÍAS 32:40.
PORQUE TÚ ERES MI TESORO MAS PRECIOSO: ÉXODO 19:5.
YO DESEO AFIRMARTE DÁNDOTE TODO MI CORAZÓN Y TODA MI ALMA: JEREMÍAS 32:41.
Y YO QUIERO MOSTRARTE COSAS GRANDES Y MARAVILLOSAS: JEREMÍAS 33:3.
SI ME BUSCAS CON TODO TÚ CORAZÓN, ME ENCONTRARÁS: DEUTERONOMIO 4:29.
DELÉITATE EN MI Y TE CONSEDERÉ LAS PETICIONES DE TU CORAZÓN: SALMO 37:4.
PORQUE YO SOY EL QUE PRODUCE TUS DESEOS: FILIPENSES 2:13.
YO PUEDO HACER POR TI MUCHO MÁS DE LO QUE TÚ PODRÍAS IMAGINAR: EFESIOS 3:20.
PORQUE YO SOY TU MAYOR ALENTADOR: 2 TESALONICENSES 2:16-17.
YO TAMBIEN SOY EL PADRE QUE TE CONSUELA DURANTE TODOS TUS PROBLEMAS. 2 CORINTIOS 1:3-4.
CUANDO TU CORAZÓN ESTÁ QUEBRANTADO, YO ESTOY CERCA DE TI: SALMO 34:18.
ASÍ COMO EL PASTOR CARGA A UN CORDERO, YO TE CARGO A TI CERCA DE MI CORAZÓN: ISAÍAS 40:11.
UN DÍA YO TE ENJUGARÉ CADA LÁGRIMA DE TUS OJOS Y QUITARÉ TODO EL DOLOR QUE HAYAS SUFRIDO EN ESTA TIERRA: APOCALIPSIS 21:3-4.
YO SOY TÚ PADRE Y TE HE AMADO COMO A MI HIJO JESÚS: JUAN 17:23.
PORQUE EN JESÚS, MI AMOR HACIA TI HA SIDO REVELADO: JUAN 17:26.
ÉL ES LA REPRESENTACIÓN EXACTA DE LO QUE YO SOY. HEBREOS 1:3.
ÉL HA VENIDO DEMOSTRAR QUE YO ESTOY CONTIGO, NO CONTRA TI: ROMANOS 8:31.
Y TAMBIÉN A DECIRTE QUE YO NO ESTARÉ CONTANDO TUS PECADOS: 2 CORINTIOS 5:18-19.
PORQUE JESÚS MURIÓ PARA QUE TÚ Y YO PUDIÉRAMOS SER RECONSILIADOS. 2 CORINTIOS 5:18-19.
SU MUERTE A SIDO LA ÚLTIMA EXPRESIÓN DE MI AMOR HACIA TI: 1 JUAN 4:10.
POR MI AMOR HACIA TI HARÉ CUALQUIER COSA QUE GANE TU AMOR: ROMANOS 8:31-32.
SI TÚ RECIBES EL REGALO DE MI HIJO JESÚS, TÚ ME RECIBES A MI. 1 JUAN 2:23.
Y NINGUNA COSA TE PODRÁ A TI SEPARAR OTRA VEZ DE MIAMOR: ROMANOS 8:38-39.
VUELVE A CASA Y PARTICIPA DE LA MAYOR FIESTA CELESTIAL QUE NUNCA HAS VISTO: LUCAS 15:7.
YO SIEMPRE HE SIDO PADRE, Y POR SIEMPRE SERÉ PADRE. EFESIOS 3:14.15.
LA PREGUNTA ES… ¿QUIERES SER TÚ MI HIJO?: JUAN 1:12-13.
YO ESTOY ESPERANDO POR TI… LUCAS 15:11.32.
CON AMOR TÚ PADRE OMNIPOTENTE DIOS…
SEAN BENDECIDOS POR EL ETERNO DE ISRAEL....
jueves, 9 de diciembre de 2010
miércoles, 8 de diciembre de 2010
La Psicología de Jesús
La psicología de Jesús.
A veces su modo de obrar es extraño, hasta el punto que sus mismos parientes creen que "ha perdido el juicio" (Mc 3, 21) y lo quieren llevar a su casa porque creen que compromete el honor familiar. Los enemigos le acusan de estar poseído de un espíritu maligno, porque su obrar y doctrina rompen con los moldes recibidos del ambiente judaico (Mat 12, 24). Otras veces su conducta parece un poco extraña: hace barro en el suelo con la saliva y unta los ojos de un ciego; o mete los dedos en los oídos de un sordo; o escribe con el dedo en el suelo o arroja airado a los mercaderes del templo. ¿No sufrirá una crisis nerviosa, no tendrá algún desajuste emocional o psicológico? ¿Quién es éste que quebranta el sábado, que come y bebe con pecadores? ¿Ha perdido los estribos?
¿Qué características podemos entresacar del temperamento de Jesús, a la luz del Evangelio?
1. Espíritu equilibrado: a pesar de que su vida se desarrolló en un ambiente de lucha y fricción, dado que su mensaje era innovador y chocaba constantemente contra las clases dirigentes de entonces, que le consideraban intruso, Jesús les desenmascara terriblemente, con espíritu decidido, costase lo que costase. Y lo hace con espontaneidad, equilibrio, naturalidad, sinceridad...pero también con tono y palabras punzantes, con argumentos contundentes y serenos, hasta el punto que nadie se atreve a echarle mano (Jn 7, 45). Cuando quisieron sus paisanos despeñarle, con toda naturalidad pasa en medio de ellos, sin nerviosismo ni excitación. En su vida no hay bruscas alternativas, ni depresiones nerviosas ni rectificaciones de conducta o de doctrina. Este equilibrio y serenidad es reflejo de una armonía y equilibrio de su alma segura y centrada en torno a una misión superior.
2. Espíritu lúcido y voluntad decidida: Lúcido en su hablar y predicar. No desvariaba, no perdía la memoria. Su hablar era coherente, reflexivo y brillante. Y al mismo tiempo, tenía una voluntad decidida. Nada de blandenguería, ni voluntad enfermiza o débil. Voluntad decidida, demostrada en términos tajantes.
3. Fiel a su misión: Por eso rechazó las propuestas de Satanás en el desierto. Por eso rechazó la propuesta de la gente para hacerle rey temporal. Por eso rechazó la propuesta de Pedro de quitarle la cruz y el sacrificio. Por eso, al final de su vida pudo decir: "Todo está cumplido".
4. Espíritu sincero y auténtico: En Cristo no cabían las mañas, la manipulación de la gente, el engaño, las palabras de doble sentido, la trampa. No aguantaba la mentira. Jesús no tenía máscaras. Era transparente: por eso lloraba, sentía tedio y temblor, se compadecía, se enojaba...No era un estoico. Nada tenía postizo.
5. Espíritu realista, no idealista: Jamás se oyó decir de Cristo que tuvo éxtasis, es decir, momentos en que perdía el control de los sentidos, por estar en contacto con el mundo sobrenatural. Nunca se desconectó del mundo sensible. Jesús era realista. Vivía a la intemperie. Nunca estuvo enfermo. Esto nos demuestra que tuvo un equilibrio orgánico y psíquico a prueba de todo. Quien anda en éxtasis se siente descoyuntado, molido, con dolores musculares y orgánicos. Jesús vivía en la realidad. Y esa realidad era dura. Tanto que le creaba tensión con su misión. Jesús no fue un idealista ni un soñador. Pisa en tierra firme. No es un sonámbulo. No tiene espasmos nerviosos. No tenía sugestiones ni fanatismos. Jesús nada tiene de rarezas. Por eso, come, bebe, echa en cara, discute, reza, motiva, llama la atención, se enoja.
6. Espíritu sencillo: No clamaba en las plazas. Su vocabulario era sencillo, natural, simple, imaginativo y plástico. Nos se iba a la abstracción; no se andaba por las ramas. No se daba a logicismos rabínicos eruditos. Natural, sin afectación; natural, sin rarezas; natural, sin formalismos. Todo en Jesús es transparente, auténtico, sincero. Sencillez. Sencilla fue la llamada de cada apóstol. Nada de truenos, ni de gritos, ni de espasmos. Nada de sueños ni de visiones. Sencillez. Por eso, todo lo decía de frente sin complicarse. Sencillez. Por eso, simplificó los 613 preceptos judaicos en uno solo: Amaos.
7. Espíritu original e independiente: A todos considera hermanos, no hay extraños ni extranjeros. Todos somos hijos del mismo Padre Celestial. Jesús habla de universalidad, de fraternidad, de unir Oriente y Occidente, donde se sentarán todos en el mismo banquete. Original, también, al dar primacía y prioridad al valor ético, interior, espiritual y no a la letra, que a veces mata, si no está permeada de espíritu.
8. Espíritu de mansedumbre, exento de blandos sentimentalismos: No ha habido temperamento más comprensivo y condescendiente con el prójimo que Jesús. Su espíritu de mansedumbre culmina en su silencio, en su porte digno al ser abofeteado. No es un silencio lleno de miedo e impotencia; sino un silencio lleno de dominio y contención de las pasiones irascibles. Jesús es una mezcla de majestad y dulzura. Su dulzura y mansedumbre no significaba transigencia y aprobación de situaciones injustas o de actitudes erradas. Vigoroso y suave, duro y condescendiente. En el equilibrio de ambas tendencias está el carácter perfecto.
9. Espíritu comprensivo y humano, sin concesiones a la demagogia: Ahí tenemos a Jesús frente a la mujer adúltera (Juan 8, 1s) y frente a esos judíos que trajeron a esa mujer pública. Ahí tenemos a Jesús frente a esa mujer samaritana (cf. Juan 4). Era comprensivo con la debilidad humana. Pero era intransigente con la mentira, la hipocresía, la falsedad, la ambición, la comodidad. Comprensivo con el pecador humilde. Por eso perdonó al buen ladrón (cf. Lucas, 23, 39-43), a Zaqueo (cf. Lucas 19, 1-10). Pero esta comprensión con la debilidad humana, estaba muy por encima de la demagogia o condescendencia con las pasiones bajas de las turbas. Nada de concesiones a la sensualidad y a la animalidad del hombre. Primero están los valores del espíritu, que piden ascesis, trabajo, renuncia. Jesús no halaga, exige. Jesús no cede, exige. Nada de demagogias facilitonas, como hacían otros mesías. Su mensaje era crudo: cruz, sacrificio, renuncia. Y sin embargo, era el Pastor que busca esa oveja perdida y cuando la haya, se alegra, la pone sobre los hombros, hace fiesta. Era ese Médico que curaba las heridas profundas del corazón de quien se acercaba humilde y arrepentido.
10. Espíritu austero: Jesús no es un anacoreta que vive aislado en el desierto, sin más compañía que la de los chacales. El anacoreta se desconecta de la vida social, de sus problemas y angustias. La misión de Jesús debía desarrollarse en el bullicio de las ciudades, conviviendo con sus conciudadanos y participando de sus preocupaciones. Los monjes anacoretas tenían este lema: "Huye, reza, llora". Jesús, no. Jesús quiere santificar la vida social en su propio ambiente, en contacto con las diversas clases sociales de su tiempo.
11. Espíritu razonablemente afectivo: La actitud de austeridad y desprendimiento ante la vida en Jesús no está reñida con un temperamento afectivo, cálido, cordial. Austeridad no significa adustez, insensibilidad, frialdad en el trato con los demás. La austeridad regula esa tendencia de todo hombre a tener más de lo necesario. La afectividad es una cualidad que todo hombre tiene que desarrollar en el marco de un equilibrio, y que le hacer ser más hombre. A pesar de la rudeza de aquellos pescadores, Jesús tuvo detalles de delicadeza y afectividad: cuando les vio cansados, los llevó a la otra orilla a pasar un fin de semana. En la Última Cena los llama: "hijitos míos" y les deja el testamento del amor, como sello de su pertenencia. Les lava los pies. Cuando les manda al apostolado se preocupa de que no les falte nada. Fue compañero de fatigas y sinsabores, de alegrías y sobresaltos de esos doce íntimos. Con ellos desarrolló una afectividad sana, equilibrada y orientada al bien. La afectividad unida a la amistad crea lazos irrompibles, estrechos y duraderos. Antes de partir al Padre, Jesús les conforta, les anima y les promete un Consolador, el Espíritu Santo. Les promete su asistencia hasta el final de los tiempos. Hoy diríamos: "Jesús tenía corazón". Esto es la afectividad. La misma Eucaristía fue regalo de esta afectividad inigualable que desembocó en amor íntimo y oblativo. Las lágrimas que Jesús derramó en varias ocasiones demuestran que Jesús no era una persona adusta o insensible, sino, al contrario, con una capacidad de afectividad fina. Le dolía que no le aceptaran como Mesías. Le dolía la suerte de su pueblo. Le dolía la injusticia, la explotación, el sufrimiento de su gente. Le dolía la ingratitud. Le dolía la terquedad de algunos.
Fuente del texto: CAMINEO INFO-
jueves, 2 de diciembre de 2010
Efesios 6: 13 - 17 * * * La armadura de Dios * * *
“Toda la armadura de Dios” viene de un pasaje en el Nuevo Testamento: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” (Efesios 6:13-17).
Efesios 6:12 indica claramente que el conflicto con Satanás es espiritual, y por lo tanto ninguna arma material puede ser empleada con efectividad contra él y sus demonios. No se nos da una lista de tácticas específicas que él usará. Sin embargo, el pasaje en muy claro en que cuando seguimos fielmente todas las instrucciones, podremos permanecer firmes y obtendremos la victoria, a pesar de sus ofensivas.
El primer elemento de nuestra armadura es la verdad (vs. 14). Esto es fácil de entender, puesto que Jesús dice que Satanás es “el padre de la mentira.” (Juan 8:44). Es muy sorprendente la lista de las cosas que Dios considera como abominaciones. Una “lengua mentirosa” es una de las cosas que Él describe como “aborrecibles para Él” (Proverbios 6:16-17). Él establece claramente que ningún mentiroso será admitido en el cielo (Apocalipsis 22:14-15). Por lo tanto, somos exhortados a basarnos solo en la verdad, para nuestra santificación y liberación, y para beneficio de aquellos ante quienes somos testigos.
También en el vs. 14 se nos dice que nos vistamos con la coraza de justicia. Una coraza debía proteger al guerrero de una herida fatal en el corazón y otros órganos vitales. Esta justicia no se refiere a las obras de justicia hechas por los hombres—aunque éstas ciertamente son una buena cobertura de protección, cuando las usamos contra los reproches y acusaciones que sufrimos a manos del enemigo. Sino más bien, se trata de la justicia de Cristo, imputada a nosotros por Dios y recibida por fe, la cual guarda nuestros corazones contra las acusaciones y cargos de Satanás, y protege nuestro ser interior de sus ataques.
El verso 15 habla de la preparación de los pies para el conflicto espiritual. El soldado moderno, necesita prestar particular atención a sus pies, tanto como lo hacía el soldado en la antigüedad, donde algunas veces el enemigo ponía peligrosos obstáculos en el camino de avanzada de los soldados. Esto se parecía mucho a las minas de hoy. También la enfermedad puede dañar los pies de un soldado que carezca del calzado apropiado. La idea de la preparación con el evangelio de la paz, sugiere que necesitamos avanzar dentro del territorio de Satanás con el mensaje de gracia tan esencial para ganar almas para Cristo. Satanás tiene muchos obstáculos colocados en el camino, para detener la propagación del evangelio.
El escudo de la fe, del que habla el vs. 16, hace inefectivo el ataque de Satanás de sembrar dudas respecto a la fidelidad de Dios y Su Palabra. Nuestra fe –de la que Cristo es el autor y consumador (Hebreos 12:2)—es como un escudo de oro, precioso, sólido y substancial; como el escudo de poderosos guerreros, por el cual grandes cosas son logradas, y por medio del cual, el creyente no solo repele, sino conquista al enemigo.
El yelmo del vs. 17 que cubre la cabeza, es, nuevamente para mantener protegida la parte más crítica del cuerpo. Podríamos decir, que nuestra manera de pensar necesita ser preservada. La cabeza del soldado, estaba entre las partes más importantes por proteger, ya que sobre ella, podían descargar los golpes más mortales, y es la cabeza la que ordena sobre todo el cuerpo. La cabeza es el asiento de la mente, la cual, cuando ha sido guardada por la segura “esperanza” del Evangelio para la vida eterna, no recibirá falsa doctrina, o dará lugar a las desesperantes tentaciones de Satanás. Las persona no salva, carece de la esperanza de protección contra los embates de la falsa doctrina, porque su mente es incapaz de discernir entre los verdadero y lo falso.
El verso 17 se interpreta a sí mismo, respecto al significado de la espada del Espíritu. Mientras que todo lo demás es de naturaleza defensiva, aquí está la única arma ofensiva en la armadura de Dios. Habla de la santidad y el poder de la Palabra de Dios. No es concebible un arma espiritual más grande que ésta. En las tentaciones de Jesús en el desierto, la Palabra de Dios fue siempre Su poderosa respuesta a Satanás. ¡Qué bendición es, que esa misma Palabra esté a nuestra disposición!
Orar en el Espíritu (esto es con la mente de Cristo, con Su corazón y Sus prioridades),
como en el vs. 18, es la culminación de lo que involucra armarnos a nosotros mismos, vistiendo toda la mencionada armadura de Dios. Es significativo que este pasaje de la Escritura es esencial en las prioridades del ministerio, remarcado a través de las epístolas de Pablo; él sostiene que la oración es el elemento más esencial para alcanzar la victoria y madurez espiritual. Cuán sinceramente la solicita también para él mismo (vs. 19-20).
Jesús dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo?
"El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mat. 16:15, 16).
Esta pregunta estaba relacionada con los discípulos mismos. Desde el principio, Pedro había creído que Jesús era el Mesías.
Muchos otros que habían sido convencidos por la predicación de Juan el Bautista y que habían aceptado a Cristo, empezaron a dudar en cuanto a la misión de Juan cuando fue encarcelado y ejecutado; y ahora dudaban que Jesús fuese el Mesías a quien habían esperado tanto tiempo.
Muchos de los discípulos que habían esperado ardientemente que Jesús ocupase el trono de David, le dejaron cuando percibieron que no tenía tal intención. Pero Pedro y sus compañeros no se desviaron de su fidelidad. El curso vacilante de aquellos que ayer le alababan y hoy le condenaban no destruyó la fe del verdadero seguidor del Salvador. "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente."
El no esperó que los honores regios coronasen a su Señor, sino que le aceptó en su humillación. El había expresado la fe de los doce. Sin embargo, los discípulos distaban mucho de comprender la misión de Cristo. La oposición y las mentiras de los sacerdotes y gobernantes, aun cuando no podían apartarlos de Cristo, les causaban gran perplejidad. Ellos no veían claramente el camino.
La influencia de su primera educación, la enseñanza de los rabinos, el poder de la tradición, seguían interceptando su visión de la verdad. De vez en cuando resplandecían sobre ellos los preciosos rayos de luz de Jesús; mas con frecuencia eran como hombres que andaban a tientas en medio de las sombras.
Pero en ese día, antes que fuesen puestos frente a frente con la gran prueba de su fe, el Espíritu Santo descansó sobre ellos con poder. Por un corto tiempo sus ojos fueron apartados de "las cosas que se ven" para contemplar "las que no se ven". 2 Cor. 4:18. Bajo el disfraz de la humanidad, discernieron la gloria del Hijo de Dios.
Jesús contestó a Pedro: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos."Mateo 4 : 1 - 11 * * * Escrito está * * *
1Entonces Jesús fué llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado del diablo.
2Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.
3Y llegándose á él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan pan.
4Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios.
5Entonces el diablo le pasa á la santa ciudad, y le pone sobre las almenas del templo,
6Y le dice: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, Y te alzarán en las manos, Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
7Jesús le dijo: Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios.
8Otra vez le pasa el diablo á un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
9Y dícele: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
10Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y á él solo servirás.
11El diablo entonces le dejó: y he aquí los ángeles llegaron y le servían.
Mateo 4:1-11.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Juan 8: 7-11
Parafraseemos un poco la historia, utilicemos nuestra imaginación para centrarnos en esta historia:
Quizá era una mujer que no encontraba en su marido el amor que esperaba o simplemente no valoraba su vida y se daba al libertinaje en el placer sexual. Quizá en muchas ocasiones había caído en el acto del adulterio, mas sin embargo nunca había sido descubierta.
Posiblemente una mujer no amada, a la cual alguien con dulces palabras endulzo su oído a tal punto de convencerla a pecar de esta forma. Y es que nadie tiene sexo solo por tenerlo, antes hubo que haber insinuaciones, palabras, caricias y alguna que otra cosa que desconocemos.
El hecho de que quizá no se sentía amada por su marido, no era excusa para que esta buscara en otra persona lo que no recibía de su esposo, más aun cuando la Ley de Moisés declaraba que el que fuera descubierto en el pecado del adulterio tenia que morir. Pero eso no fue obstáculo para que ella se dejara llevar por sus bajos instintos que la llevaron a cometer una “locura de amor” la cual podría llevarla a la muerte.
Sin darse cuenta la gente sospechaba de sus malas intenciones, su “nuevo amado” quizá había comentado sobre el hecho a su mejor amigo y este a su vez a “sus mejores amigos”, los rumores llegaron a los “santos” fariseos los cuales planearon pillarlos en el mismo acto pecaminoso.
Fue así como ese día ella, se levanto esperándose encontrar nuevamente con su “nuevo amado” para olvidar sus penas y los desamores de las cuales “quizá” era victima de su esposo. Se perfumo, se puso una de sus mejores ropas y fue a cometer una nueva “locura de amor”, lo que por su mente nunca paso, es que ese día había de pasar lo impensable.
Al llegar a donde su “nuevo amado”, ella se dio por completo, por primera vez estaba sintiéndose “amada”, creía que el pecado le iba a reconfortar y hacer olvidar de sus problemas matrimoniales. Creía que esto era algo de lo que nadie se iba a enterar y que la hacia sentirse “bien”. Pero lo peor estaba por venir, cuando de repente escucho como la puerta del cuarto en donde se encontraban se abrió pesadamente, al volver, vio como muchas personas entre grandes y chicos la observaron en el mismo acto, entre esa multitud los mismos “santos y humildes” fariseos, esos que no tuvieron mas que dar la orden de apedrearla.
La mujer a como pudo tomo sus pocas cosas, y trato de escaparse, lo cual la multitud no permitió, por un momento los escribas y fariseos encontraron en este episodio una oportunidad para acusar a Jesús de no cumplir la ley, astutamente llevaron esta mujer delante de El, le explicaron lo que decía la Ley de Moisés sobre estos casos, y aun tuvieron el descaro de preguntar: ¿Tu que dices?, como esperando que se contradijera para acusarlo.
Jesús se inclinado hacia el suelo escribía en tierra con el dedo, ¿Qué podría escribir el Maestro?, podría ser que escribiera algunos de los pecados mas comunes: Odio, Rencor, Mentira, Avaricia, Enemistades, mientras los escribas insistían en preguntarle, el se levanto y sabiamente dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”, se inclino nuevamente y siguió escribiendo: Hipocresía, Idolatría, etc.
Y es que la palabra pecado encierra muchísimas palabras y acciones que el ser humano realiza, el pecado no es por escalas de mayor a menor, simplemente es PECADO.
Acusados por su conciencia luego de recibir esa sabia frase, la multitud comenzó a irse uno por uno, de los más viejos a los más jóvenes, seguramente esas palabras fueron dichas con amor, perdón y sobre todo con un tono sobrenatural que hizo cambiar de opinión a una multitud.
Cada uno de ellos se dieron cuenta que juzgaban, mas ellos también necesitan ser juzgados, se dieron cuenta que no eran tan perfectos como creían y que el pecado no era exclusivo de los adúlteros. Por un momento entraron en razón y se elevaron de lo terrenal al ámbito espiritual.
Mientras tanto aquella mujer que buscaba una “felicidad” en lo que hacia seguía callada, viendo como pudiendo con derecho ser juzgada por sus actos, no lo fue, sino al contrario, estaba siendo perdonada, sin merecerlo. Eso es la Misericordia y la Gracia de Dios.
Jesús se levanto nuevamente de escribir en tierra, y le pregunto a esta mujer: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?”, como dando a entender que estaba libre de culpa, pero OJO, faltaba algo mas.
La mujer contesto: “Ninguno, Señor”, Jesús respondía a esto: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.
Primero le pregunto que ninguno la había condenado, y ahora le decía “Ni yo te condeno”, el único que podía condenarla por su acto, el único que tenia la autoridad para decir NO TENGO PECADO, el único que podía tirar esa piedra, NO LO HIZO.
Es grande el amor y el perdón de Dios, su Misericordia nos ha alcanzado, porque aun cuando hemos merecido la muerte por nuestros actos, El siendo el único capaz de juzgarnos y arrojar cuantas piedras desee, no lo hizo, porque te ama, porque quiere ver tu vida restaurada, por eso luego que te perdona te dice: “VETE, Y NO PEQUES MAS”.
¿Qué estamos haciendo con el perdón que Dios no ha otorgado?, estamos aprovechándonos de ese perdón, para seguir pecando, o realmente entendemos que aun sin merecerlo el nos perdono y nos mando a NO PECAR MAS.
Amados, es hora de analizar estas palabras dichas por nuestro Señor, ante el perdón de Dios lo mas agradable delante de su presencia seria NO PECAR MAS. ¿Es difícil? Yo lo se, pero no imposible.
Vivamos cada día agradecidos de su perdón y con conciencia de que hemos sido perdonados para ya no pecar mas, para no vivir una vida de pecado, sino una vida santa para El, una vida apartada de todo aquello que lejos de agradarlo lo desagrada.
Hoy día quiero recordarte el amor, misericordia y perdón de Dios con esta frase que con amor te dice especialmente a ti y a mí:
“VETE, Y NO PEQUES MAS”
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.devocionaldiario.com
domingo, 3 de octubre de 2010
SALMO 84
Salmos 84 -
Anhelo por la casa de Dios
1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah
5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.
7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.
8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah
9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.
domingo, 26 de septiembre de 2010
Gloria a su nombre
Gracias por vencer a la muerte. Por derrotar al diablo. Por amarme tanto que diste hasta la última gota de tu preciosa sangre por mi, cuando era yo quien tenía que ocupar tu lugar por ser una infame pecadora, un despojo humano que lucha diariamente para no caer en tentación.
Gracias mi Señor Jesús por ayudarme a llevar mis cargas, porque me aligeras el peso y porque sólo en tu dulce y amorosa compañia encuentro paz. Tu paz, no como el mundo la da.
Gracias Jesús, por estar disponible las 24 horas del día, porque escuchas mi clamor e inmediatamente me ofreces tu amor y consuelo infinitos.
Gracias Jesús, por darme tantas bendiciones en mi día a día. Una casa, unas hijas, una madre, un trabajo, la salud y sobretodo gracias por pensar en mi, por protegerme, por amarme, por ayudarme, por consolarme, por recordarme que vas a volver y por otorgarme la gracia de tu Salvación sin yo haberla merecido, sino porque tu quisiste salvarme por tu gracia.
Gracias Señor por todo lo que me das y lo que no me das, todo es para mi mejor bien.
A ti sea toda la Gloria y la honra ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Yo se que mi redentor vive!!!
¿Quién no se ha encontrado alguna vez en una dura situación vital?
Las palabras de Job son ciertas y manifiestan hasta que punto creía en Dios.
La Biblia, nos presenta un sinfin de experiencias vividas por creyentes, que a pesar de sus tribulaciones o situaciones personales, crecían en la fe.
Los cristianos, los redimidos en Cristo aunque luchemos en diferentes lides, tenemos la garantia de Dios, que es la única válida y que permanece fiel sin cambiar jamás. El estará con nosotros todos los días hasta el fin, tenerlo presente nos ayuda a salir de cualquier bache.
Cada día oremos, y pidámosle sabiduría y restauración en nuestro andar diario. Que El dirija nuestros pasos y démosle gracias en todo. Cuando reconozcamos al Señor en cada ámbito de nuestra vida más unidos estaremos con El, y podremos dar mejor fruto. Recordad que somos los pámpanos unidos a la vid, y sin El nada podemos hacer.